sábado, 31 de diciembre de 2016

(...) Cuando se dio cuenta por primera vez, su corazón estuvo a punto de romperse; pero ahora parecía ser el aspecto redentor del romance. Este, en dos palabras, había sido de los que habían tenido la mayoría de los jóvenes de su edad, y de los que salían con la conciencia tranquila y una imperturbable fe en la abismal distinción entre la mujer que uno ama y respeta y las que uno disfruta... y compadece. A creerlo le instigaban cuidadosamente su madre, sus tías y otras parientes de edad que compartían sin excepción la opinión de Mrs. Archer de que, cuando "pasan esas cosas", el hombre ha hecho sin duda una tontería, pero la mujer ha cometido un delito. Todas las señoras de edad a las que Archer conocía tenían a toda mujer que amara imprudentemente por necesariamente artera y falta de escrúpulos, y a los pobres y necios hombres por víctimas impotentes en sus garras. Lo único que podía hacerse con estos últimos era convencerles de que se casaran lo antes posible con una chica bien, y entonces confiarlos a su custodia.

La edad de la inocencia- Edith Wharton.

jueves, 29 de diciembre de 2016

La condesa movió la cabeza de un lado a otro y suspiró.
-¡Oh, lo sé, lo sé! Pero siempre que no oigan nada desagradable. La tía Welland me lo dijo con esas mismas palabras cuando intenté... ¿Es que aquí nadie quiere saber la verdad? ¡La verdadera soledad consiste en vivir entre toda esa gente encantadora que sólo te pide que finjas!- se llevó las manos al rostro, y el joven vio cómo se estremecían en un sollozo sus delgados hombros.
-¡Madame Olenska!... ¡Oh, Ellen, no!- exclamó, levantándose e inclinándose sobre ella.
Tiró hacia abajo de una de sus manos, apretándola y acariciándola como si fuera la de una niña, mientras murmuraba palabras tranquilizadoras; pero ella se liberó enseguida, mirándole a través de las húmedas pestañas.
-¿Es que aquí tampoco llora nadie? Supongo que en el cielo no hace falta-dijo, enderezándose los tirabuzones sueltos mientras rompía a reír y se inclinaba sobre la tetera.

La edad de la inocencia- Edith Wharton.
-Los Van der Luyden- dijo Archer, sintiéndose pomposo a medida que hablaba- son la pareja más influyente de la sociedad neoyorquina. Lamentablemente reciben muy poco.
Ella soltó las manos de detrás de la cabeza y le miró, pensativa.
-¿No será ésta la razón?
-¿La razón...?
-De se gran influencia; que se hagan tanto de rogar.
Archer se sonrojó un poco, la miró fijamente... y, repetidamente, sintió cuán penetrante era el comentario. De un solo golpe había pinchado a los Van der Luyden y éstos se habían desinflado. Se echó a reír, sacrificándolos.

La edad de la inocencia- Edith Wharton.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

-¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Al final, acabaremos haciendo imposible todo crimen del pensamiento. En efecto, ¿cómo puede haber crimental si cada concepto se expresa claramente con una sola palabra, una palabra cuyo significado esté decidido rigurosamente y con todos sus significados secundarios eliminados y olvidados para siempre? (...)
-----------
(...) Era curioso pensar que el cielo era el mismo para todo el mundo, lo mismo para los habitantes de Eurasia y de Asia Oriental, que para los de Oceanía. Y en realidad las gentes que vivían bajo ese mismo cielo eran muy parecidas en todas partes, centenares o millares de millones de personas como aquélla, personas que ignoraban mutuamente sus existencias, separadas por muros de odio y mentiras, y sin embargo exactamente iguales; gentes que nunca habían aprendido a pensar, pero que almacenaban en sus corazones, en sus vientres y en sus músculos la energía que en el futuro habría de cambiar el mundo. (...)

1984-George Orwell
Por primera vez comprendió la magnitud de lo que se proponía hacer. ¿Cómo se iba a comunicar con el futuro? Esto era imposible por su propia naturaleza. Una de dos: o el futuro se parecía al presente y entonces no le haría ningún caso, o sería una cosa distinta y, en tal caso, lo que él dijera carecería de todo sentido para ese futuro.

-------------

El Partido dijo que Oceanía nunca había sido aliada de Eurasia. Él, Winston Smith, sabía que Oceanía había estado aliada con Eurasia cuatro años antes. Pero, ¿dónde constaba ese conocimiento? Sólo en su propia conciencia, la cual, en todo caso, iba a ser aniquilada muy pronto. Y si todos los demás aceptaban la mentira que impuso el Partido, si todos los testimonios decían lo mismo, entonces la mentira pasaba a la Historia y se convertía en verdad. "El que controla el pasado", decía el slogan del Partido, "controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado". Y, sin embargo, el pasado, alterable por su misma naturaleza, nunca había sido alterado. Todo lo que ahora era verdad, había sido verdad eternamente y lo seguiría siendo. Era muy sencillo. Lo único que se necesitaba era una interminable serie de victorias que cada persona debía lograr sobre su propia memoria. A esto le llamaban "control de la realidad". Pero en neolengua había una palabra especial para ello: doblepensar.

1984-George Orwell.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Las chicas están de vuelta.
Un segundo pensamiento seguía siempre al primero, un misterio engendraba otro: todas las demás personas, ¿estaban realmente tan vivas como ella? Por ejemplo, ¿era su hermana tan importante, tan valiosa para sí misma como Briony era para Briony? (...) ¿Tenía también su hermana un yo real escondido detrás de una ola que rompe, y dedicaba tiempo a pensar en ello, con un dedo alzado ante la cara? ¿Lo tenía todo el mundo, incluso su padre, y Betty, y Hardman? Si la respuesta era sí, entonces el mundo, el mundo social, era insoportablemente complicado, con dos mil millones de voces, y los pensamientos de cada cual luchando por poseer igual importancia, y todo el mundo reclamando intensamente el mismo derecho a la vida, y todos pensando que eran seres únicos, cuando nadie lo era. Uno podía ahogarse en la intrascendencia. Pero si la respuesta era no, entonces Briony estaba rodeada de máquinas, inteligentes y agradables por fuera, pero desprovistas de la viva y privada sensación interior que ella tenía. Aquello era algo siniestro y solitario, además de increíble. Pues aunque ofendiese a su sentido del orden, sabía que era abrumadoramente probable que todo el mundo tuviera pensamientos como los suyos. Lo sabía, pero sólo en términos de estéril teoría; en realidad no lo sentía.

Expiación- Ian Mc Ewan.
Pero cajones secretos, diarios bajo llave y sistemas criptográficos no le ocultaban a Briony la sencilla verdad: que no tenía secretos. Su anhelo de un mundo organizado y armonioso le denegaba las posibilidades temerarias de una mala conducta. El tumulto y la destrucción eran, para su gusto, demasiado caóticos, y en su talante no había crueldad. Su estatuto, en la práctica, de hija única, y el relativo aislamiento de la casa Tallis, al mnos durante las largas vacaciones del verano, de las intrigas femeniles con amigas. Nada en su vida era lo bastante interesante o vergonzoso para merecer un escondrijo; nadie sabía lo de la calavera de ardilla debajo de su cama, pero nadie quería saberlo (...).

Expiación- Ian McEwan

martes, 22 de noviembre de 2016

Todo está tan lejos y tan cerca. Una simple pared fina como un espejo separa el mundo de hoy del mundo de ayer. No hablo de la nostalgia. Esa pena desamparada nunca me causó placer. Hablo de sustancia, de sensaciones, de la parte más lógica de mi vida.
Algo me fue dado, algo me fue quitado. Lo que está definitivamente ausente de mi infancia: haber tenido un padre, haber crecido al lado de él en la dulzura del hogar familiar. Sin nostalgia y sin extraordinaria ilusión sé que esto me faltó. Cuando un hombre, día tras día, mira cambiar la luz en el rostro de la mujer que ama, cuando espía cada resplandor furtivo de su hijo. Todo esto, que jamás ningún retrato ni ninguna foto podrá captar.
Pero me acuerdo de todo lo que recibí cuando llegué por primera vez a África: una libertad tan intensa que me quemaba, me embriagaba y la gozaba hasta el dolor.
No quiero hablar de exotismo; los niños son absolutamente ajenos a este vicio. No porque vean a través de los seres y de las cosas, sino porque, justamente, sólo ven eso: un árbol, un hueco en la tierra, una colonia de hormigas constructoras, una banda de chicos turbulentos en busca de un juego, un viejo de ojos nublados que tiende una mano descarnada, una calle en un pueblo africano un día de mercado, eran todas las calles de todos los pueblos, todos los chicos, todos los árboles y todas las hormigas. Ese tesoro está siempre vivo en el fondo de mí y no puede ser extirpado. Mucho más que de simples recuerdos, está hecho de certezas.

El africano-J.M.G. Le Clézio.
(...) No recuerdo lo que ella nos decía, a mi hermano y a mí, cuando nos hablaba del país donde había vivido con mi padre, donde debíamos volver algún día. Sólo sé que, cuando mi madre decidió casarse con mi padre e ir a vivir a Camerún, sus amigas parisienses le dijeron: "¿Cómo, entre los salvajes?", y que ella, después de todo lo que mi padre le había contado, sólo pudo contestar: "¡No son más salvajes que la gente de París!".

El africano- J.M.G. Le Clézio.

lunes, 21 de noviembre de 2016

(...) Lo mejor en la vida, me decía siempre, se vive una noche y desaparece con el día. Ono, eso que la gente llama el mundo flotante, es un mundo que Gisaburo sabía apreciar muy bien.

Un artista del mundo flotante- Kazuo Ishiguro.
Pero está visto que todos tenemos nuestra propia idea de nosotros mismos, y si bien la modestia del Tortuga le impidió disimular su carácter tímido, no le inhibió en absoluto a la hora de atribuirse un aire noble e intelectual del que yo no tengo constancia. Ahora bien, para ser justos, no recuerdo a ningún colega que se hiciese un autorretrato con total honradez. Por muy fiel y detalladamente que uno quiera plasmar la imagen que de sí mismo ve en el espejo, la personalidad que queda representada corresponde pocas veces a la realidad que ven los demás.

Un artista del mundo flotante- Kazuo Ishiguro.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Ahí empecé a enterrar a mi madre y a sus sueños rojos. A la fugaz estrella de su vida y a la omnipresente estela de su ausencia.

Aparecida-Marta Dillon.

martes, 18 de octubre de 2016

-¿Cómo termina?
Así. A mí me parecía un buen fin.
Además, yo odiaba los finales. En los finales, las cosas, para bien o para mal, siempre tienen que tener un sentido. A mí me gustaba contar combates entre extraterrestres y terrícolas sin una razón, viajes espaciales en busca de nada. Y me gustaban los animales salvajes que vivían sin un porqué, sin saber que iban a morir. Me sacaba de quicio que, cuando veíamos una película, mis padres se pusieran siempre a hablar del final, como si toda la historia consistiese en eso y lo demás no contase.
¿Así que era lo mismo en la vida real, sólo el final importaba? ¿No contaba nada la vida de mi abuela y sólo su muerte en aquel horrible hospital era importante?

Tú y yo- Niccolò Ammaniti. 
No empecé a hablar hasta los tres años y la conversación nunca fue mi fuerte. Cuando un desconocido me dirigía la palabra, le contestaba sí, no, no lo sé. Y si insistía, le contestaba lo que quería oír.
Las cosas, una vez pensadas, ¿qué necesidad hay de decirlas? 

Tú y yo- Niccolò Ammaniti.

lunes, 17 de octubre de 2016

La verdad era lo último que tenía en mente, e incluso si existía no la quería en mi casa. Edipo salió a buscar la verdad y cuando la encontró, su vida se fue al carajo.
--------
Las canciones son como sueños que debes luchar por hacer realidad; países ignotos en los que hay que penetrar. Puedes escribir una canción donde sea, en el compartimiento de un tren, en un barco, a caballo; el movimiento alimenta la inspiración.
-------
Me gustaba la noche. Todas las cosas crecen de noche. Mi imaginación está despierta de noche. Todos mis prejuicios sobre las cosas se desvanecen. A veces, uno busca el paraíso en el sitio equivocado. Podría estar bajo tus pies. O en tu propia cama.

Crónicas-Bob Dylan.

domingo, 16 de octubre de 2016

Me hallaba en Nueva York, la ciudad que iba a perfilar mi destino. La moderna Gomorra. Estaba en el punto de partida, pero no era en absoluto un novato.
Llegué en lo más crudo del invierno. Hacía un frío brutal, y todas las arterias de la ciudad estaban recubiertas de nieve, pero yo había salido del norte glacial, de un rincón de la tierra donde los bosques gélidos y las carreteras heladas eran moneda corriente. Podía superar las limitaciones. No iba en busca de dinero ni amor. Me sentía extremadamente despierto, iba a la mía, era un tipo poco práctico y, para colmo, un visionario. Estaba totalmente decidido y no necesitaba ningún tipo de aval. Tampoco conocía un alma en aquella oscura metrópoli congelada, pero eso iba a cambiar... muy pronto. 
-------
Mi aliento se congelaba en el aire, pero no sentía frío. Iba camino del estrellato; no me cabía la menor duda. ¿Podía ser que estuviera engañándome? No. No creo que tuviera imaginación suficiente para ello; tampoco albergaba falsas esperanzas. Venía de muy lejos y de muy abajo, y ahora el destino estaba por revelarse. Tenía la sensación de que me miraba a la cara, sólo a mí.

Crónicas-Bob Dylan.

domingo, 4 de septiembre de 2016

No obstante, una mujer, una maestra, observó:
-La impresión que nos hubiese causado el crimen no hubiera sido tan tremenda si no se hubiese tratado justamente de los Clutter. De alguien menos admirado que ellos, menos próspero y seguro. Pero es que esa familia representaba todo cuanto la gente de por acá realmente valora y respeta. Y que una cosa así les haya podido suceder precisamente a ellos..., bueno, es como si nos dijeran que no existe Dios. Hace que la vida carezca de sentido. Creo que la gente se halla, más que asustada, profundamente deprimida.

A sangre fría-Truman Capote.
Paseando el otro día en la mañana
me encontré un amigo de la niñez,
hablaba con nostalgia de la infancia
qué dura se ha vuelto la vida después. 


Qué largos parecían los días
eternas las tardes sin saber qué hacer,
ahora el tiempo pasa y no perdona
se van meses y años para no volver. 


Quién te ha visto, amigo, y quién te ve
cómo te va la vida, a mí me ha ido bien,
tan lejano el paraíso aquel,
estoy acostumbrado a vivir al este del Edén. 


Qué es lo que tiene el aire en la mañana
que limpia los temores de mi corazón,
las dudas que anoche eran tinieblas
son simples tonterías a la luz del sol


Vivir al este del Edén- La unión. 

lunes, 18 de julio de 2016

Pero el juego sólo sirve para nombres de varón. Porque, si nace una niña, Laila ya sabe cómo va a llamarse. 

Mil soles espléndidos- Khaled Hosseini. 
La frase perfecta para terminar de emocionarse con este libro hermoso.
A babi le correspondió la tarea más dolorosa.
Lo encontró de pie en su estudio con expresión compungida, observando sus estantes. Llevaba una camiseta de segunda mano con una imagen del puente rojo de San Francisco. Una densa niebla ascendía de las aguas espumosas y engullía las torres del puente.
-Ya conoces esa vieja historia- dijo él-. Estás en una isla desierta y sólo puedes tener cinco libros. ¿Cuáles escogerías? Nunca pensé que tendría que hacerlo realmente.

Mil soles espléndidos- Khaled Hosseini.
-¿Por qué se ha fijado tu corazoncito en una vieja fea como yo?-musitaba Mariam en los cabellos de Aziza-. ¿Eh? Yo no soy nada, ¿no te das cuenta? Sólo una dehati. ¿Qué puedo ofrecerte yo?
Pero la pequeña se limitaba a soltar unos gemidos satisfechos y a acercar aún más su cara. Y cuando lo hacía, Mariam se sentía desfallecer. Se le llenaban los ojos de lágrimas. Se le alegraba el corazón. Y se maravillaba de que, después de tantos años de soledad, hubiera hallado en aquella criatura el primer lazo auténtico y sincero en toda una vida de vínculos falsos y fracasados.
 
Mil soles espléndidos- Khaled Hosseini.
Por la noche fueron al barrio de Chaman y, desde detrás de Rashid, Mariam contempló los fuegos artificiales que iluminaban el cielo con destellos verdes, rosas y amarillos. Echaba de menos poder sentarse con el ulema Faizulá a la puerta del kolba para observar los fuegos artificiales que estallaban sobre Herat en la lejanía, y las súbitas explosiones de color reflejadas en los ojos amables y aquejados de cataratas de su tutor. Pero, sobre todo, echaba de menos a Nana. Mariam deseó que su madre estuviera viva para ver todo aquello. Para verla a ella, en medio de todo aquello. Para ver por fin que la alegría y la belleza no eran cosas inalcanzables. Ni siquiera para personas como ellas.

Mil soles espléndidos- Khaled Hosseini.
-Puede que esto te ayude-dijo Garry. Se llevó las manos a la cara, manipuló sus rasgos, les dio forma. Su cara era tan dúctil como la plastilina templada.
(...)
Richard conocía bien la nueva cara: la había afeitado cada mañana desde que terminó el colegio; había cepillado sus dientes, explotado sus espinillas y, en alguna que otra ocasión, había deseado que se pareciera más a la de Tom Cruise, o la de John Lennon, o la de cualquier otra persona, en realidad. Era, naturalmente, su propia cara. 

Neverwhere-Neil Gaiman.
A simple vista, hay cuatro elementos fundamentales que permiten distinguir al señor Croup del señor Vandemar: primero, el señor Vandemar le saca dos cabezas y media al señor Croup; segundo, los ojos del señor Vandemar son de un desvaído color azul cobalto, mientras que los ojos del señor Croup son marrones; tercero, mientras que el señor Vandemar se fabricó los anillos que luce en su mano derecha con las calaveras de cuatro cuervos, el señor Croup no lleva joyas a la vista; cuarto, al señor Croup le gustan las palabras, en cambio, el señor Vandemar siempre está hambriento. Además, no se parecen en nada.

Nevewhere-Neil Gaiman.
Sigo cruzando ríos, andando selvas, amando el Sol,
cada día sigo sacando espinas de lo profundo del corazón,
en la noche sigo encendiendo sueños
para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo.

Cuando escriba tu nombre en la arena blanca con fondo azul,
cuando mire al cielo en la forma cruel de una nube gris aparezcas tú,
una tarde suba una alta loma,
mire el pasado sabrás que no te he olvidado.


Yo te llevo dentro; hasta la raíz,
y por más que crezca vas a estar aquí,
aunque yo me oculte tras la montaña
y encuentre un campo lleno de caña,
no habrá manera mi rayo de Luna que tú te vayas.


Pienso que cada instante sobrevivido al caminar
y cada segundo de incertidumbre,
cada momento de no saber, son la clave exacta
de ese tejido que ando cargando bajo la piel,
así te protejo; aquí sigues dentro.


Yo te llevo dentro; hasta la raíz,
y por más que crezca vas a estar aquí,
aunque yo me oculte tras la montaña
y encuentre un campo lleno de caña,
no habrá manera mi rayo de Luna que tú te vayas,
que tú te vayas. 


Hasta la raíz-Natalia Lafourcade. Repetir hasta el infinito.

lunes, 4 de julio de 2016

Si un asunto es importante, debe conservar algo de oscuridad. Los que hablan a los gritos no tienen nada que decir.

-----------

Las casualidades producen alegría. Se tiene la sensación de haber captado una evidencia de un orden secreto, pero en realidad se trata de un simple capricho de sincronía.

Hospital Posadas- Jorge Consiglio.

jueves, 24 de marzo de 2016

 Mi tailleuse había intentado hacerlo lo más bonito posible; ya que, como señaló juiciosamente, era «si triste… si peu voyant» que resultaba imperativo seguir la moda: fue una suerte que pensara así, pues yo no tenía ni flores ni joyas para animarlo; y, lo que era peor, tampoco tenía una tez sonrosada.
Olvidamos esas deficiencias en medio de la monótona rutina del trabajo cotidiano, pero aparecen ante nosotros con toda su crudeza en las brillantes ocasiones en que la belleza debería resplandecer.

----------------------

El mundo puede comprender muy bien que alguien muera por falta de alimentos; pero muy pocas personas son capaces de entender que alguien enloquezca de aislamiento.

Villette-Charlotte Brontë.
La Razón, aquella arpía, no me permitía alzar la mirada, ni sonreír, ni abrigar esperanzas: no descansaba hasta verme hundida, descompuesta, acobardada. Según ella, yo sólo había nacido para ganarme el pan con el sudor de mi frente, esperar la muerte, y vivir siempre sumida en el abatimiento. Es posible que la Razón estuviera en lo cierto; pero no es extraño que a veces nos alegremos de desafiarla, huyendo de su mano de hierro y dando unas horas de holganza a la Imaginación… su suave y brillante enemiga, nuestro dulce Amparo, nuestra divina Esperanza. Podemos y debemos romper de vez en cuando las ataduras, a pesar de la terrible venganza que nos aguarda a nuestro regreso.

Villette-Charlotte Brontë.

sábado, 12 de marzo de 2016

Porque me duele si me quedo,
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,

yo quiero vivir en vos.

Por tu decencia de vidala

y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.


Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.


Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.

Para sembrarte de guitarra,
para cuidarte en cada flor
y odiar a los que te castigan, mi amor,
yo quiero vivir en vos.


Serenata para la tierra de uno- María Elena Walsh.
Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí,
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra. 
(...)

Como la cigarra- María Elena Walsh.

martes, 8 de marzo de 2016

-¡Ah! Eso dice también la buena gente que viene aquí a verlas-respuso el anciano, sacudiendo la cabeza-. Pero yo opino otra cosa. "Qué bonita costumbre la que se tiene en esta parte del país", me dicen a veces, "la de plantar flores en las tumbas, pero qué triste verlas marchitarse y morir". Yo les pido perdón y les contesto que, tal como yo lo veo, eso es señal de que los vivos son felices. Y que así sea. Es ley natural.
-Tal vez los apenados familiares y amigos aprenden así a mirar al cielo azul de día y a las estrellas de noche y piensan que los muertos están allí y no en las tumbas-afirmó la niña con tono serio.

La tienda de antigüedades- Charles Dickens.
La niña admiró y alabó su obra, y poco después se marchó, pensando, por el camino, en lo extraño que era que aquel anciano, que extraía de sus trabajos y de cuanto lo rodeaba una moral tan austera, no se la aplicara a sí mismo y que, mientras disertaba sobre lo aleatorio de la vida humana, pareciera considerarse a sí mismo, en palabra y obra, poco menos que inmortal. Pero sus cavilaciones no se detuvieron allí, pues era lo suficientemente lista para pensar que, por un designio misericordioso de la naturaleza, tal era el predicamento de los humanos y que el viejo sepulturero, con sus planes para el verano siguiente perfectamente trazados, era el prototipo mismo de la humanidad en su conjunto.

La tienda de antigüedades-Charles Dickens.
Tras rogar a la anciana y al caballero que no dudaran de la veracidad de tan interesantes particulares, el señor Chuckster los entretuvo con cotilleos del mundillo del teatro y de la corte, concluyendo así una brillante y fascinante conversación que mantuvo él solo, sin interrupción, durante más de tres cuartos de hora.

La tienda de antigüedades- Charles Dickens.
¡Ah, los días de fiesta! ¿Por qué dejan cierto pesar en el alma? ¿Por qué no podemos desplazarlos en nuestra memoria, aunque sólo sea una semana o dos, para situarlos a una distancia cómoda donde poder contemplarlos, bien con una calmada indiferencia, bien como un agradable recuerdo? 

La tienda de antigüedades- Charles Dickens.
(...) Recibió con buen humor las disculpas que le presentó Nell por haberse despertado tan tarde y le dijo que no se preocupara, que podía haberse levantado a las doce del mediodía si hubiera querido.
-¿Por qué no, si te sienta bien?- apostilló la dueña de la caravana-. Cuando estás cansada, lo mejor es dormir todo lo que puedas; así te despiertas como nueva. Esta es otra bendición de los jóvenes: poder dormir profundamente.

La tienda de antigüedades- Charles Dickens. Completamente de acuerdo con lo que dice la señora Jarley, dormir es hermoso.
Una vez más se dio cuenta de que no sabía concebir la historia, lo que se llamaba en general curso de la historia, y que ésta se presentaba a su pensamiento como el desarrollo de la vida en el reino vegetal. En invierno, bajo la nieve, las ramas desnudas de un bosque son flacas y misérrimas como los pelos de una verruga senil. En primavera, en pocos días se transforma el bosque, se eleva hasta el cielo, y en los recovecos de su follaje es fácil perderse, puede esconderse uno. En esta transformación el bosque se mueve con una rapidez que supera la de los animales, porque el animal no crece tan de prisa como una planta. Y, sin embargo, nadie logra descubrir este movimiento del crecimiento. Siempre lo encontramos inmóvil. Y en esta misma inmovilidad volvemos a encontrar la vida de la sociedad, la historia, que también se mueve eternamente, eternamente muda, aunque sus transformaciones no pueden advertirse de inmediato.

Doctor Zhivago- Boris Pasternak.
Lo que él había escrito durante la pasada noche se dividía en dos grupos. Las cosas ya familiares, copiadas en la nueva redacción, habían sido escritas ordenadamente, con una bella caligrafía. Las nuevas, en cambio, estaban escritas a toda prisa, con abreviaciones, señales y trazos ininteligibles.
Al descifrarlas experimentó la desilusión de siempre. La noche anterior aquellos esbozos le habían hecho llorar e incluso algunos fragmentos lo llenaron de sorpresa. Ahora, precisamente éstos eran los que le desilusionaban y amargaban porque los encontraba con toda evidencia algo artificiosos.
Durante toda su vida soñó en una originalidad sobria, atenuada, irreconocible externamente, oculta bajo el velo de una forma obvia y familiar. Durante toda la vida había cuidado la elaboración de ese lenguaje simple y mesurado, en virtud del cual el lector y el oyente señorearan el contenido sin darse cuenta de la forma como lo asimilaban. Toda la vida había buscado un estilo inadvertido, que no llamase la atención, y se asustó al comprobar cuán lejos estaba todavía de su ideal.

Doctor Zhivago- Boris Pasternak.
(...) Creí encontrarme con un soldado violento o un revolucionario con la manía de la represión, y no era ni uno ni otro. Siempre es agradable que alguien sea distinto de como lo hemos imaginado. Pertenecer a un solo tipo significa el fin del hombre, su condena. Si, en cambio, no se sabe cómo catalogarlo, se escapa a una definición, es ya en gran parte un hombre vivo, libre de sí mismo, con una partícula de inmortalidad.
-------
(...) Como puede ver, con todos los gobiernos he tenido relaciones y protectores y con cada régimen he sufrido y perdido algo. Sólo en los libros mediocres los hombres están divididos en dos campos y nunca entran en contacto. Pero en la realidad todo se mezcla.

Doctor Zhivago- Boris Pasternak

martes, 1 de marzo de 2016

Río abajo voy llevando la jangada,
río abajo por el alto Paraná.
Es el peso de la sombra derrumbada,
que buscando el horizonte bajará.

Río abajo, río abajo, río abajo,
a flor de agua voy sangrando esta canción.
En el sueño de la vida y el trabajo
se me vuelve camalote el corazón.

 
Jangadero, jangadero,
mi destino por el río es derivar
desde el fondo del obraje maderero,
con el anhelo del agua que se va.

Padre río, tus escamas de oro vivo
son la fiebre que me lleva más allá.
Voy detrás de tu horizonte fugitivo
y la sangre con el agua se me va.


Banda, banda; sol y luna; cielo y agua:
espejismo que no acaba de pasar.
Piel de barro, fabulosa lampalagua
me devora la pasión de navegar.

Jangadero, jangadero,
mi destino por el río es derivar
desde el fondo del obraje maderero,
con el anhelo del agua que se va.


Canción del jangadero-Jaime Dávalos.

jueves, 18 de febrero de 2016

La literatura es el arte de descubrir algo extraordinario sobre gente ordinaria y decir con palabras ordinarias algo extraordinario.
 Boris Pasternak.

lunes, 15 de febrero de 2016

Pero tales somos los hombres en general, que indignados y furiosos nos rebelamos contra los males leves , y nos sometemos sin chistar a los graves, tolerando, no resignados sino abatidos, lo que al principio llamábamos insoportable.

Los novios-Alessandro Manzoni.
Lorenzo alborotando de noche en casa ajena, adonde se había introducido furtivamente, y sitiando al dueño en un cuarto, tenía toda la apariencia de un opresor, y sin ambargo, era en realidad el oprimido. Don Abundo sorprendido, puesto en fuga y atemorizado mientras se ocupaba sosegadamente en sus negocios pudiera parecer una víctima; con todo, examinando bien el asunto, él era quien faltaba a su deber. Así van las cosas en este mundo... Quiero decir, así iban en el siglo decimoséptimo.

Los novios- Alessando Manzoni.

miércoles, 10 de febrero de 2016

El lector se arrodilla como el arqueólogo, trepa escalera como el restaurador, fortalece músculos con el diccionario de María Moliner, huronea de tomo en tomo. Lee de pie y escarba en librerías, sufriendo la melancólica anemia de su bolsillo, el despiste de los libreros y la necesidad del ángel que lo aliente para desmalezar la selva de los libros chatarra.
Lo creíamos sedentario y en realidad es un atleta, comparado con prójimos que sortean estas gimnasias y se solidifican en ángulo recto frente a las pantallas...

María Elena Walsh.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

¿Adónde te irás volando por esos cielos,
brasita negra que lustra la claridad?
Detrás de tu vuelo errante mis ojos gozan
¡la inmensidad...la inmensidad!
 
Veleros de las tormentas se van las nubes,
en surcos de luz dorada se pone el sol;
y como sílabas negras, las golondrinas...
¡dicen adiós...dicen adiós...!
 
 Vuela,vuela,vuela,golondrina,
 vuelve del más allá.
 Vuelve desde el fondo de la vida
 sobre la luz, cruzando el mar...
 ¡cruzando el mar!
 
Un cielo de barriletes tiene la tarde;
el viento en las arboledas cantando va
y desandando los días mi pensamiento
¡también se va...también se va...!
 
Cuando los días se acorten junto a mi sombra
y en mi alma caiga sangrando el atardecer,
yo levantaré los ojos pidiendo al cielo
¡volverte a ver...volverte a ver...!

Las golondrinas- Jaime Dávalos (letra) y Eduardo Falú (música). 

martes, 29 de diciembre de 2015

Entonces Arturo vio el problema delante de él tan claramente como si estuviera representado en un mapa. Lo más notable acerca de las guerras era que se luchaba por nada, realmente por nada. Las fronteras no eran más que líneas imaginarias. No existía ninguna línea visible entre Escocia e Inglaterra. La culpa era de la geografía, de la geografía política. Eso era todo. Las naciones no tenían necesidad de poseer el mismo tipo de civilización ni el mismo tipo de dirigentes, como no los tenían ni los pufinos ni las alcas. Todos podían conservar sus propias costumbres (...), con tal de que se concedieran unos a otros la libertad de comercio y el libre acceso a todas las zonas del mundo. Los países debían convertirse en condados o provincias, pero provincias que conservaran su propia cultura y las leyes locales. Las líneas imaginarias de la superficie de la tierra deberían eliminarse, puesto que las aves, que habitaban en el aire, las desdeñaban por naturaleza. ¡Qué ridículas le parecieron las fronteras a Lyo-lyok, la gansa salvaje, y le parecerían al hombre, si aprendiese a volar!

Una vela al viento (Camelot)- T. H. White. Esta es la última, lo juro jajaja.  
Comprende que cuando los reyes se comportan como matones que solo creen en la fuerza, el pueblo obra del mismo modo. Si yo no defiendo la ley, no puedo esperar que mi pueblo la acate. Y yo, como es lógico, deseo que mis súbditos respeten la nueva ley, pues así serán más prósperos, y como consecuencia yo también lo seré.

El caballero Malhecho (Camelot)- T. H. White.
Cuando el tiempo de mayo
llega y el día
esparce sus rayos,
no temo a la lucha
Y replicó Ginebra:
Cuando el sol 
inicia su carrera, 
se esfuman las tinieblas
y no temo a la noche. 

Luego cantaron los dos juntos:

Pero, ¡ah!, tanto en el día como en la noche,
la alegría de mi alma
se ensombrecerá con el presagio
de lo que se marcha para siempre.

El caballero Malhecho (Camelot)- T. H. White.
-Jamás he podido tragar a este tipo de nacionalistas-añadió-.El destino del Hombre es unirse, no separarse. Si persiste el proceso de separación, se termina en una bandada de monos arrojándose nueces unos a otros desde los árboles.

La reina del aire y las tinieblas (Camelot)- T. H. White.
Acabo de llegar, no soy un extraño
conozco esta ciudad no es como en los diarios, desde allá. 
 (...)
Los carceleros de la humanidad
no me atraparán,
dos veces con la misma red.

No soy un extraño- Charly García

sábado, 26 de diciembre de 2015

-Lo mejor contra la tristeza es aprender algo. Es un remedio que no falla. Puedes hacerte viejo, con temblorosa anatomía; puedes yacer despierto por las noches, escuchando el desordenado rumor de tus arterias; puedes perder el único amor de tu vida, puedes ver el mundo devastado a tu alrededor por locos malvados, o advertir que seres mezquinos hunden tu honor en las cloacas. Solo hay algo que mitigue esos pesares: aprender. Aprender por qué el mundo se mueve, y qué es lo que le impulsa. Estudia, eso es lo que te conviene. (...)

La espada en la piedra (Camelot)- T. H. White.
Verruga observó las maniobras con una sorpresa que iba transformándose en desagrado y al fin en irritación. Sintió ganas de preguntar a su congénere por qué no pensaba las cosas antes de hacerlas (...). Luego tuvo ganas de hacerle algunas preguntas, como: "¿Eres un sepulturero?", o bien, "¿Eres un esclavo?", o incluso, "¿Te sientes feliz?"
Pero lo extraordinario del caso es que no podía hacer esas preguntas. Para poder hacerlo habría tenido que traducir su razonamiento a un lenguaje de hormigas por medio de sus antenas, y ahora descubría, lleno de desesperación, que no encontraba ciertas palabras para lo que quería decir. No era capaz de expresar lo que significaban la felicidad, la libertad, el afecto. Sentíase como un mudo tratando de gritar "¡Fuego!".

La espada en la piedra (Camelot)- T. H. White.
-A veces-dijo al fin-, la vida parece injusta. ¿Conoces la historia de Elías y el rabino Yacanán?
-No-repuso Verruga (...)
-El referido rabino-dijo Merlín-salió una vez de viaje con el profeta Elías. Caminaron todo el día y al anochecer llegaron a la humilde choza de un pobre hombre cuto único tesoro era una vaca. El hombre salió de su cabaña, acompañado de su esposa, y apresurose a dar la bienvenida a los forasteros, invitándolos a que pasaran allí la noche y ofreciéndoles la sencilla hospitalidad que podían proporcionarles en su situación. Sirvieron a Elías y al rabino una buena cantidad de leche de vaca, acompañada de pan casero y mantequilla, y luego les cedieron el lecho de la casa, mientras los humanitarios dueños dormían en la cocina, junto al fuego. Al llegar la mañana, comprobaron que la vaca del pobre hombre había muerto.
-¿Y qué más?
-Anduvieron todo ese día, y al caer la noche llegaron a la casa de un rico mercader, cuya hospitalidad solicitaron. El mercader era un hombre rico y altivo, y todo lo que hizo por el profeta y su compañero fue alojarlos en el establo, dándoles pan y agua por toda comida. Por la mañana, sin embargo, Elías agradeció vivamente lo que había hecho por ellos, y mandó a llamar a un albañil para que reparase uno de los muros, que amenazaba con derrumbarse, como retribución a su amabilidad.
El rabino Yacanán, incapaz de seguir en silencio por más tiempo, rogó al hombre santo que le explicase el significado de su forma de tratar a ambos hombres.
Respecto al pobre hombre que nos recibió con tanta amabilidad-repuso el profeta-, estaba escrito que su mujer muriese aquella noche, pero, como recompensa a su bondad, Dios llevose a la vaca, en lugar de a la mujer. Luego mandé reparar la pared del rico mercader porque en aquel lugar se encontraba un cofre lleno de oro, y si el mercader hubiese arreglado el muro él mismo, habría descubierto el cofre. Por consiguiente, nunca se debe preguntar al Señor, ¿qué haces?, sino manifestar de corazón: el señor de la Tierra obra con justicia.
(...)
-Entiendo-repuso Verruga, con tono de duda-, pero aún sigo creyendo que fue una pena que se muriese la vaca. (...)

La espada en la piedra (Camelot)- T. H.White.
-Señor-repuso Verruga-, soy el muchacho cuyo tutor es sir Héctor.
-Un gran tipo-aseguró el caballero-. No le he visto en mi vida.
 ---------------------------
 -Por esta vez-dijo una tenca grande y solemne que nadaba a su lado- te acompañaré. Pero en el futuro deberás arreglártelas tú solo: educación es experiencia, y la base de esta es la confianza en uno mismo.

La espada en la piedra (Camelot)-T. H. White.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Mujeres sentadas en una moderna boutique chic de Casablanca en 1971. Fotógrafo Thomas Abercrombe.
-Bueno, a algunos hombres que engañan a sus esposas ni se les ocurriría engañar al tendero. Los hombres tienden a llevar su honestidad en casilleros, Jean Louise. Pueden ser perfectamente honestos en ciertos aspectos y engañarse a sí mismos en otros. (...)
--------
-Recuerda esto también: siempre es fácil mirar atrás y ver lo que fuimos, ayer, hace diez años. Es muy difícil ver lo que somos. Si puedes dominar ese truco, seguirás adelante.
--------

(...) Pero los defensores de la supremacía blanca tienen temor a la razón, porque saben que la razón fría los derrota. Prejuicios, una palabra sucia, y fe, una palabra limpia, tienen algo en común: ambas comienzan donde termina la razón.
 -------
 (...) La isla de cada hombre, Jean Louise, el centinela de cada uno, es su conciencia. No existe eso de la conciencia colectiva.

Ve y pon un centinela- Harper Lee.
Estás embobada en tu propio ombligo. Dirás lo que se te ocurra, pero lo que no puedo entender es que se te ocurran esas cosas. Me gustaría arrancarte la cabeza, poner en ella un dato real y verlo recorrer los pequeños recodos de tu cerebro hasta salirte por la boca. Las dos nacimos aquí, fuimos a las mismas escuelas, nos enseñaron las mismas cosas. Me pregunto qué viste y oíste tú.

Ve y pon un centinela- Harper Lee.

lunes, 26 de octubre de 2015

Esa noche Luigi se puso a pensar.
Una chica y un chico chocan; sin duda, es un accidente.
Una chica y un chico chocan y a ella se le cae el pañuelo; sin duda, es otro accidente.
Pero cuando una chica le regala a un chico un calamar muerto: eso tenía que querer decir algo.

Los gondoleros silenciosos- William Goldman. 
¿Quién entre nosotros se considera lo bastante sabio como para afirmar que conoce la mente del hombre? Yo he pasado toda mi vida persiguiendo ese conocimiento y no me encuentro más cerca de hallarlo que cuando era un niño. ¿De dónde proceden las grandes ideas? ¿Qué es lo que produce una repentina iluminación en el espíritu? Newton necesitó un buen manzanazo para que se activara su mente.

Los gondoleros silenciosos- William Goldman.
Hay muchas cosas malas en la raza humana. Pero también hay muchas cosas buenas. Y una de las mejores es esta: los sueños, los grandes sueños, no mueren nunca...

Los gondoleros silenciosos- William Goldman.

martes, 20 de octubre de 2015

Esta imagen es permanente en mi blog porque es una de esas películas que siempre que veo por la tele no puedo evitar mirarla hasta el final (sea la uno, la dos o la tres).
 Y hoy (créanme que lo estoy escribiendo el 21 y no el 20 como dice arriba)llega Marty a 2015. 
Sí, esto ya es el futuro.

martes, 6 de octubre de 2015

-¡Qué ilusión, pensar que la Fiera era algo que se podía cazar, matar!-dijo la cabeza. Durante unos momentos, el bosque y todos los demás lugares apenas discernibles resonaron con la parodia de una risa-.Tú lo sabías, ¿verdad? ¿Que soy parte de ti? ¡Caliente, caliente, caliente! ¿Que soy la causa de que todo salga mal? ¿De que las cosas sean como son?

El señor de las moscas-William Golding. Creo que nunca había leído un libro con tanta tensión nerviosa y angustia. Muy perturbador, pero no por eso hay que dejar de leerlo.
-Le tengo miedo-dijo Piggy- y por eso le conozco. Si tienes miedo de alguien le odias, pero no puedes dejar de pensar en él. Te engañas diciéndote que de verdad no es tan malo, pero luego, cuando vuelves a verle... es como el asma, no te deja respirar. Te voy a decir una cosa. A ti también te odia, Ralph.

El señor de las moscas-William Golding.
Se entregó una vez más a aquel nuevo estado especulativo, tan ajeno a él. Si los rostros cambiaban de aspecto, según les diese la luz desde arriba o desde abajo, ¿qué era en realidad un rostro? ¿Qué eran las cosas?
Ralph se movió impaciente. Lo malo de ser jefe era que había que pensar, había que ser prudente. Y las ocasiones se esfumaban tan rápidamente que era necesario a aferrarse en seguida a una decisión. Eso le hacía a uno pensar; porque pensar era algo valioso que lograba resultados...
Sólo que no sé pensar, decidió Ralph al encontrarse junto al asiento del jefe. No como lo hace Piggy.
Por segunda vez en aquella noche tuvo Ralph que reajustar sus valores. Piggy sabía pensar. Podía proceder paso a paso dentro de aquella cabezota suya, pero no servía para jefe. Sin embargo, tenía un buen cerebro a pesar de aquel ridículo cuerpo. Ralph se había convertido ya en un especialista del pensamiento y era capaz de reconocer la inteligencia en otro.

El señor de las moscas-William Golding.

sábado, 26 de septiembre de 2015

-¿Por qué no puedes volar ahora, mamá?
-Porque he crecido, mi bien. Cuando la gente crece, se olvida de volar.
-¿Por qué se olvida?
-Porque ya no es ni alegre ni inocente ni cruel. Sólo pueden volar los alegres, inocentes y despiadados.

Peter Pan -James Barrie.
-A menudo he notado su extraño temor por los cocodrilos-dijo Smee.
-Cocodrilos no-corrigió Garfio-.Sólo un cocodrilo.-Bajó la voz-. Mi brazo le gustó tanto, Smee, que desde entonces me ha seguido, de un mar al otro y de una tierra a la otra, relamiéndose los labios pensando en el resto de mí.
-En cierto modo es un cumplido-dijo Smee.

Peter Pan- James Barrie.
Tu n'savais pas pauvre de toi qu'il y a du Mr Hyde en moi.
Je n'savais pas pauvre de moi qu'il y a du Mrs Hyde en toi.
Hyde en toi aïe pour moi, Hyde en toi aïe pour moi.

Mr. Hyde-Phillip Chatel.
Ya estoy en la mitad de esta carretera,
tantas encrucijadas quedan detrás...
Ya está en el aire girando mi moneda
y que sea 

lo que  sea.

Todos los altibajos de la marea
todos los sarampiones que ya pasé...
Yo llevo tu sonrisa como bandera
y que sea lo que
sea.

Lo que tenga que ser, que sea
y lo que no, por algo será
No creo en la eternidad de las peleas
ni en las recetas de la felicidad.

Cuando pasen recibo mis primaveras
y la suerte esté echada a descansar,
yo miraré tu foto en mi billetera
y que sea 

lo que sea.

Y el que quiera creer, que crea
y el que no, su razón tendrá.
Yo suelto mi canción en la ventolera
y que la escuche quien la quiera escuchar.

Ya está en el aire girando mi moneda
y que sea 

lo que sea.

Sea-Jorge Drexler.

martes, 15 de septiembre de 2015

-Lord Darlington era muy buena persona. Un hombre de gran corazón. Y al menos él tuvo el privilegio de poder decir al final de su vida que se había equivocado. Fue un hombre valiente. Durante su vida siguió un camino, que resultó no ser el correcto, pero lo eligió. Y al menos eso pudo decirlo. Yo no puedo. Yo sólo confié. Confié en su instinto. Durante todos aquellos años en que le serví, tuve la certeza de estar haciendo algo de provecho. Pero ahora ni siquiera puedo decir que me equivoqué. Dígame, ¿cree usted que a eso puede llamársele dignidad?
-Oiga amigo, no sé muy bien a qué se está refiriendo. Pero si quiere que le diga lo que pienso, me parece que va por mal camino. Deje de pensar en el pasado, lo único que va a conseguir es deprimirse. (...) Disfrute, amigo. Es mucho mejor la noche que el día. Ya ha cumplido con su trabajo. Ahora relájese y disfrute. Eso es lo que pienso. Pregunte usted a cualquiera, y verá como le aconsejan lo mismo. La noche es mucho mejor que el día.

Los restos del día-Kazuo Ishiguro.
Avanzó unos pasos y empezó a soltarme lentamente el libro de las manos. Consideré que lo mejor, mientras tanto, era que mirase hacia otro lado, pero al tener su cuerpo tan cerca sólo podía desviar la mirada doblando el cuello de forma muy poco natural. Miss Kenton siguió arrebatándome el libro, levantándome prácticamente un dedo tras otro. Durante todo el proceso, que me pareció larguísimo, conseguí mantener mi postura, y finalmente la oí decir:
-¡Válgame Dios, mister Stevens! Pero si no es un libro nada escandaloso. No es más que una simple historia de amor.
(...)
Nunca he tenido tiempo ni ganas de leer de cabo a rabo una de esas novelas; sé que la trama siempre era absurda, sólo historias pasionales, y de no haber sido por la utilidad que, como ya he dicho, tenían para mí, no habría desperdiciado un solo minuto en estos libros. Debo confesar sin embargo, y no me importa decirlo ni creo que deba avergonzarme, que en ocasiones estas historias me divertían. Quizá en aquella época me empeñaba en no reconocerlo pero, como ya digo, no veo motivo para avergonzarme. ¿Qué hay de malo en que uno se divierta leyendo historias de damas y caballeros que se enamoran y declaran mutuamente sus sentimientos, empleando frases, a veces, de lo más elegantes?

Los restos del día-Kazuo Ishiguro.
 Supongo que cuando una persona empieza a indagar, con la perspectiva que dan los años, qué momentos en el pasado han sido trascendentales, lo normal es que los vea por todas partes. (...) En realidad, ¿qué sentido tiene estar siempre especulando sobre lo que habría pasado si tal situación o tal otra hubiesen terminado de forma diferente? Acabaría uno loco. En cualquier caso, aunque me parece muy bien decir que hubo momentos trascendentales, sólo es posible reconocerlos al considerar el pasado. Evidentemente, cuando ahora pienso en aquellas situaciones, es cierto que me parecen momentos cruciales o únicos en mi vida; sin embargo, mi impresión mientras sucedían no era la misma. Más bien, pensaba que disponía de un número ilimitado de años, meses, y días para resolver las diferencias que enturbiaban mi relación con Miss Kenton, o que aún surgirían ocasiones en que podría remediar las consecuencias de algún que otro malentendido. Lo que sí es verdad es que, en aquella época, nada parecía indicar que a causa de unos incidentes tan insignificantes todas mis ilusiones acabarían frustrándose.

Los restos del día-Kazuo Ishiguro.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Es muy posible, por lo tanto, que mi patrón espere de mí un trato igualmente desenfadado y que, al no verse correspondido, encuentre mi actitud algo indolente. Es una cuestión que, como digo, me preocupa, pero reconozco que no siempre me veo con el suficiente ánimo para seguir sus bromas. (...) Es imposible saber cuándo una persona espera realmente de otra una respuesta jocosa. En cambio, es mucho más fácil cometer el grave error de hacer algún comentario chistoso y descubrir inmediatamente que no era nada apropiado.

Los restos del día-Kazuo Ishiguro.
Pero el cronista está más bien tentado de creer que dando demasiada importancia a las bellas acciones, se tributa un homenaje indirecto y poderoso al mal. Pues se da a entender de ese modo que las bellas acciones sólo tienen tanto valor porque son escasas y que la maldad y la indiferencia son motores mucho más frecuentes en los actos de los hombres. Ésta es una idea que el cronista no comparte. El mal que existe en el mundo proviene casi siempre de la ignorancia, y la buena voluntad sin clarividencia puede ocasionar tantos desastres como la maldad. Los hombres son más bien buenos que malos, y a decir verdad, no es ésta la cuestión. 

La peste-Albert Camus.
Las plagas, en efecto, son una cosa común pero es difícil creer en las plagas cuando las ve uno caer sobre su cabeza. Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras y, sin embargo, pestes y guerras toman a las gentes siempre desprevenidas. (...) Cuando estalla una guerra las gentes dicen: "Esto no puede durar, es demasiado estúpido". Y sin duda una guerra es evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide que duren.

La peste-Albert Camus.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Se dirá, sin duda, que nada de esto es particular de nuestra ciudad y que, en suma, todos nuestros contemporáneos son así. Sin duda, nada es más natural hoy día que ver a las gentes trabajar de la mañana a la noche y en seguida elegir, entre el café, el juego y la charla, el modo de perder el tiempo que les queda por vivir. Pero hay ciudades y países donde las gentes tienen, de cuando en cuando, la sospecha de que existe otra cosa. En general, esto no hace cambiar sus vidas, pero al menos han tenido la sospecha y eso es su ganancia. Orán, por el contrario, es en apariencia una ciudad sin ninguna sospecha, es decir, una ciudad enteramente moderna. Por lo tanto, no es necesario especificar la manera de amar que se estila. Los hombres y las mujeres o bien se devoran rápidamente en eso que se llama el acto del amor, o bien se crean el compromiso de una larga costumbre a dúo. Entre estos dos extremos no hay término medio. Eso tampoco es original. En Orán, como en otras partes, por falta de tiempo y de reflexión, se ve uno obligado a amar sin darse cuenta.

La peste-Albert Camus. 

domingo, 30 de agosto de 2015

Nunca pensé encontrarme con el diablo
Tan vivo y sano como vos y yo
Tenía la risa que le dan los años
Y la confianza que le da el temor.


Nunca pensé encontrarme con el sabio
Que me analiza como una ecuación
Que espera una respuesta de mis labios
Mientras estoy cantando esta canción.

Yo solo soy un pedazo de tierra,
No me confunda señor por favor.
Yo solo soy uno más en la tierra
Yo solo soy uno más bajo el sol.

(...)


Qué tensión que hay en el ambiente
Cuántos pensarán como yo.
Si las papas están calientes
¿por qué tengo que ser yo

el que dé el primer mordiscón?

Encuentro con el diablo-Serú Girán.
Están pasando demasiadas cosas raras
para que todo pueda seguir tan normal.
Desconfío de tu cara de informado
y de tu instinto de supervivencia.

Hace tiempo que no leo ni veo nada
porque me ofende que todo esté tan mal.
Y hasta las personas lindas me dan rabia,
y los chicos y las chicas no hacen nada por cambiar.


Bancate ese defecto-Charly García.
-¿Y cuándo naciste?
Momo pensó un rato y dijo, por fin:
-Por lo que puedo recordar, siempre he existido. 

Momo-Michael Ende.

-Ves, Momo-le decía, por ejemplo-, las cosas son así: a veces tienes ante ti una calle larguísima. Te parece tan terriblemente larga, que nunca crees que podrás acabarla.
Miró un rato en silencio a su alrededor; y siguió:
-Y entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, empiezas a tener miedo, al final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer.
Pensó durante un rato. Entonces siguió hablando:
-Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Nunca nada más que en el siguiente. (...)
Después de una nueva y larga interrupción, siguió:
-De repente se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta cómo ha sido, y no se está sin aliento.

Momo-Michael Ende.
Y cuando escuchaban los acontecimientos conmovedores o cómicos que se representaban en la escena, les parecía que la vida representada era, de modo misterioso, más real que su verdadera vida cotidiana. Y les gustaba contemplar esa otra realidad. 

Momo-Michael Ende. Porque libros como estos están hechos para releerlos y guardarlos en un lugar especial del corazón. 

viernes, 14 de agosto de 2015

Estas narraciones apasionantes despertaron en mí extraños y confusos pensamientos. ¿Realmente era el ser humano tan poderoso, tan virtuoso y magnífico, y al mismo tiempo tan vil y vicioso? A veces parecía sólo un instrumento del mal, y en otras ocasiones, encarnaba virtudes nobles y divinas. El mayor honor al que podía aspirar el hombre parecía ser demostrarse magnífico y virtuoso, mientras que ser cruel e infame parecía ser prueba de decadencia y degradación, testimonio de una condición más baja que la del ciego topo o el miserable gusano de tierra. No logré comprender durante mucho tiempo cómo podía el ser humano cometer un acto tan horrendo como matar a un semejante, o por qué existían leyes o gobiernos. Pero cuando supe algunas cosas más sobre el vicio y el crimen, dejé se sorprenderme para no sentir más que vergüenza y disgusto.

Frankenstein- Mary W. Shelley.
(...)¡Ah, Víctor! Si lo falso puede parecerse tanto a lo verdadero, ¿quién puede asegurarse gozar de felicidad real? (...)
---
La sublime belleza de aquel paisaje me procuró el mayor consuelo a que podía aspirar. Me sentía elevado por encima de todo sentimiento mezquino, y aunque no podía librarme de mis sufrimientos, me ayudaba a calmarlos y adormecerlos. (...) La contemplación de la magnificencia de la naturaleza siempre ennoblecía mis sentimientos y me permitía olvidar las efímeras preocupaciones de la vida

Frankenstein- Mary W. Shelley.

domingo, 9 de agosto de 2015

-Es verdad, señora... Ha muerto su suegro.
En efecto, el señor Bovary padre había fallecido la antevíspera, de repente, de un ataque de apoplejía, al levantarse de la mesa y, por exceso de precaución para la sensibilidad de Emma, Carlos había rogado al señor Homais que le diera con cuidado esta horrible noticia.
Él había meditado la frase, la había redondeado, pulido, puesto ritmo, era una obra maestra de prudencia y de transiciones, de giros finos y de delicadezas, pero la cólera había vencido a la retórica.

Madame Bovary-Gustave Flaubert.
El día siguiente fue para Emma un día fúnebre. Todo le parecía envuelto en una atmósfera negra que flotaba confusamente sobre el exterior de las cosas, y la pena se hundía en su alma con aullidos suaves, como hace el viento en los castillos abandonados. Era ese ensueño que nos hacemos sobre lo que ya no volverá, el cansancio que nos invade después de cada tarea realizada, ese dolor, en fin, que nos causa la interrupción de todo movimiento habitual, el cese brusco de una vibración prolongada.

Madame Bovary- Gustave Flaubert.
-Es como yo-replicó León-; ¿qué mejor cosa, en efecto, que estar por la noche al lado del fuego con un libro, mientras el viento golpea los cristales y arde la lámpara?
-¿Verdad que sí?-dijo ella, fijando en él sus grandes ojos negros bien abiertos. 
-No se piensa en nada-proseguía él-, las horas pasan. Uno se pasea inmóvil por países que cree ver; y sus pensamientos, enlazándose a la ficción, se recrea en los detalles o sigue el hilo de las aventuras. Se identifica con los personajes, parece que somos nosotros mismos los que palpitamos bajo sus trajes.
-¡Es verdad!-decía ella-, ¡es verdad!

Madame Bovary-Gustave Flaubert.
En el fondo de su alma, sin embargo, esperaba un acontecimiento. Como los náufragos, paseaba sobre la soledad de su vida sus ojos desesperados, buscando a lo lejos alguna vela blanca en las brumas del horizonte. No sabía cuál sería su suerte, el viento que la llevaría hasta ella, hacia qué orilla la conduciría, si sería un velero o un buque de tres puentes, cargado de angustias o lleno de felicidades hasta los topes. Pero cada mañana, al despertar, lo esperaba para aquel día, y escuchaba todos los ruidos, se levantaba sobresaltada, se extrañaba de que no llegara; después, al ponerse el sol, más triste cada vez, deseaba estar ya en el día siguiente.

Madame Bovary-Gustave Flaubert.

sábado, 1 de agosto de 2015

Fue un José o un Pedro,
desapareció ayer
un hombre sin apellido,
lo levantaron y fue
otro desaparecido,
de calles y escuelas también
van cayendo sin ruido.


El mundo tiembla.

Fue una Flor o una María
a quien encontraron ayer,
aquí termina su vida
nadie la defiende de ser
nombre sin apellido,
la levantaron y fue
otra mujer sin vida.


Que el mundo tiemble.

Que explote todo por aquí,
que todo despierte,
dime si vas a permitir,
que esto suceda ante ti.
Que explote todo por aquí
que todo despierte
quién les va a pedir perdón,
o dar explicación.


Explosión-Julieta Venegas. Una canción súper emocionante y triste, pero con mucha fuerza. 

miércoles, 15 de julio de 2015



LADY W. (...) Las mujeres que llamamos buenas pueden llevar dentro cosas horribles, momentos de imprudencia, de obcecación, de celos, de pecado. Las mujeres llamadas malas pueden guardar en ellas dolor, arrepentimiento, compasión, sacrificio. (...)

El abanico de Lady Windermere- Oscar Wilde.
DUMBY. ¡Eres un puro enigma!
LADY PLYMDALE. ¡Ojalá lo fueras tú también!
DUMBY. Lo soy... pero para mí. Soy la única persona del mundo que me gustaría conocer a fondo; pero por el momento no veo la posibilidad de conseguirlo.

----

DUMBY. Te felicito, muchacho. En este mundo hay solamente dos tipos de tragedia. Uno es no conseguir lo que se desea; el otro es conseguirlo. Éste es mucho peor; ¡es una verdadera tragedia! Pero me interesa saber que no te quiere. ¿Cuánto tiempo podrías querer a una mujer que no te quisiera, Cecil?
C. GRAHAM. ¿Una mujer que no me quisiera? ¡Oh, toda la vida!
DUMBY. Lo mismo que yo. ¡Pero es tan difícil encontrarlas!
LORD D. ¿Cómo puedes ser tan engreído, Dumby?
DUMBY. No lo dije presumiendo: lo dije lamentándome He sido locamente, desesperadamente amado, y lo siento. Ha sido una terrible complicación. Me gustaría disponer de un poco de tiempo libre de vez en cuando. 
LORD A.L. Para dedicarlo a educarte, ¿verdad?
DUMBY No, para olvidar todo lo que he aprendido. Es muchísimo más importante, querido Tuppy.
(...)
DUMBY. Experiencia es el nombre que todo el mundo da a sus errores.

El abanico de Lady Windermere- Oscar Wilde.