jueves, 20 de septiembre de 2018

Debo admitir que tampoco entiendo por qué hay gente que paga dinero para que lo carenen, lo suspendan en el aire, lo dejen caer, lo vuelvan a lanzar hacia arriba a gran velocidad y lo cuelguen hasta que vomita. Me parece como pagar por tener un accidente de tráfico. No lo entiendo. Nunca lo he entendido. No es nada regional ni cultural. Creo que es una cuestión de estructura neurológica básica. Creo que el mundo se divide claramente entre los que se excitan con la inducción artificial de terror y los que no. A mí el terror no me parece excitante. Me parece terrorífico. Una de las metas  básicas de mi vida es someter a mi sistema nervioso a la menor cantidad de terror que me sea posible. La paradoja cruel, por supuesto, consiste en que este tipo de estructura suele ir acompañada de un sistema nervioso delicado que resulta extremadamente fácil de aterrorizar. Estoy bastante convencido de que tengo más miedo yo mirando hacia arriba al Anillo de Fuego que los clientes que están subidos en él.

"Dejar de estar bastante alejado de todo"en Algo supuestamente divertido que no volveré a hacer. David Foster Wallace.Todo el libro es maravilloso.

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