sábado, 31 de diciembre de 2011

La vida, en su mayor parte, es tan insípida que no hay nada que decir acerca de ella, y los libros y las conversaciones que quieran describirla como interesante se ven obligados a exagerar, con la esperanza de justificar su propia existencia. Dentro de su envoltura de trabajo u obligaciones sociales, el espíritu humano se dedica sobre todo a dormitar, advirtiendo la diferencia entre placer y dolor, pero mucho menos vigilante de lo que quisiéramos creer. Hasta en el día más emocionante hay períodos en los que no sucede nada, y aunque sigamos exclamando <> o <>, no somos sinceros.

Pasaje a la India.- E. M. Forster. En parte, coincido. Sí, el re entusiasmo el mío por el cambio de año, pero la verdad, no creo en el "año nuevo, vida nueva", seguimos siendo los mismos y eso no cambia solo porque cambie un número.

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