domingo, 18 de abril de 2010

Se incorporó en la cama, se rascó la cabeza con una mueca perezosa y bostezó.Ciertamente, no recordaba nada hasta que vio los libros. También podían ser venenosos en medio de una depresión. Nutrirse de historias ajenas para escapar. ¿Sería la única loca que lo hacía? Dejó caer pesadamente la cabeza en la almohada "Qué me importa.-susurró una vocecilla en su mente-Al menos no destruirá tus sentidos como el acohol y las demás basuras que utilizan otros". Tenía que levantarse, buscar algo para hacer. La curiosidad era el motor más útil para mantenerse vivo. Pero lo único que le quitaba el sueño eran las historias entre las letras, así que saltó de la cama al piso, tomó el primer libro y se puso a leer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Abuelito dime tú