-Es verdad, señora... Ha muerto su suegro.
En efecto, el señor Bovary padre había fallecido la antevíspera, de repente, de un ataque de apoplejía, al levantarse de la mesa y, por exceso de precaución para la sensibilidad de Emma, Carlos había rogado al señor Homais que le diera con cuidado esta horrible noticia.
Él había meditado la frase, la había redondeado, pulido, puesto ritmo, era una obra maestra de prudencia y de transiciones, de giros finos y de delicadezas, pero la cólera había vencido a la retórica.
Madame Bovary-Gustave Flaubert.
domingo, 9 de agosto de 2015
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Abuelito dime tú