viernes, 14 de agosto de 2015

(...)¡Ah, Víctor! Si lo falso puede parecerse tanto a lo verdadero, ¿quién puede asegurarse gozar de felicidad real? (...)
---
La sublime belleza de aquel paisaje me procuró el mayor consuelo a que podía aspirar. Me sentía elevado por encima de todo sentimiento mezquino, y aunque no podía librarme de mis sufrimientos, me ayudaba a calmarlos y adormecerlos. (...) La contemplación de la magnificencia de la naturaleza siempre ennoblecía mis sentimientos y me permitía olvidar las efímeras preocupaciones de la vida

Frankenstein- Mary W. Shelley.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Abuelito dime tú