-¿Cómo termina?
Así. A mí me parecía un buen fin.
Además, yo odiaba los finales. En los finales, las cosas, para bien o para mal, siempre tienen que tener un sentido. A mí me gustaba contar combates entre extraterrestres y terrícolas sin una razón, viajes espaciales en busca de nada. Y me gustaban los animales salvajes que vivían sin un porqué, sin saber que iban a morir. Me sacaba de quicio que, cuando veíamos una película, mis padres se pusieran siempre a hablar del final, como si toda la historia consistiese en eso y lo demás no contase.
¿Así que era lo mismo en la vida real, sólo el final importaba? ¿No contaba nada la vida de mi abuela y sólo su muerte en aquel horrible hospital era importante?
Tú y yo- Niccolò Ammaniti.
martes, 18 de octubre de 2016
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Abuelito dime tú