Mis compañeros de clase se colocan con pastillas de éxtasis como si fueran caramelos, y lo peor es que donde hay droga, hay sexo. No os extrañéis tanto: hoy en día los jóvenes tienen relaciones sexuales muy pronto. (...) Es muy desalentador. Primero, porque yo creo que el sexo, como el amor, es algo sagrado. (...) Segundo, porque un adolescente que juega a dárselas de adulto no deja de ser un adolescente. Imaginar que colocarse los fines de semana y andar acostándose con unos y con otros va a hacer de ti un adulto es como creer que un disfraz hace de ti un indio. Y tercero, no deja de ser una concepción de la vida un poco extraña querer hacerse adulto imitando los aspectos más catastróficos de la edad adulta...
La elegancia del erizo-Muriel Barbery.
viernes, 16 de enero de 2015
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Abuelito dime tú