-¡Qué ilusión, pensar que la Fiera era algo que se podía cazar, matar!-dijo la cabeza. Durante unos momentos, el bosque y todos los demás lugares apenas discernibles resonaron con la parodia de una risa-.Tú lo sabías, ¿verdad? ¿Que soy parte de ti? ¡Caliente, caliente, caliente! ¿Que soy la causa de que todo salga mal? ¿De que las cosas sean como son?
El señor de las moscas-William Golding. Creo que nunca había leído un libro con tanta tensión nerviosa y angustia. Muy perturbador, pero no por eso hay que dejar de leerlo.
martes, 6 de octubre de 2015
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Abuelito dime tú