-De esto y de esto: del orden y de la anarquía. Aquí tiene usted su dicho orden, aquí en esta miserable lámpara de hierro, fea y estéril; y mire usted, en cambio, la anarquía rica, viviente, productiva, en aquel espléndido árbol de oro.
-Sin embargo- replicó Syme tolerantemente-, note usted que, gracias a la luz del farol, puede usted ver el árbol a la luz del farol.
El hombre que fue jueves- G. K. Chesterton.
sábado, 20 de septiembre de 2014
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Abuelito dime tú