Fue también en esa habitación donde una noche mi madre leyó para Peggoty y para mí de qué manera Lázaro resucitó de entre los muertos y yo me quedé tan asustado que, algunas horas más tarde, se vieron obligadas a sacarme de la cama, hacerme asomar a la ventana y mostrarme el cementerio con todos sus muertos tranquilamente acostados en sus tumbas e iluminados por la luna.
David Copperfield- Charles Dickens.
domingo, 2 de febrero de 2014
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Abuelito dime tú