-Bien, bien- dijo Saint-Clare-, lo haré- y sentándose tomó un diario.
-Pero deseo que lo hagáis en seguida.
-¿Y por qué tenéis prisa?
-Porque solo podemos estar seguros de hacer una cosa en el momento actual; tomad, he aquí papel, una pluma y tinta; ahora escribid.
Como la mayor parte de los hombres de su carácter, Saint-Clare detestaba cordialmente el tiempo presente del verbo hacer; así fue que la insistencia de la señorita Ofelia le disgustó considerablemente.
La cabaña del tío Tom-Harriet Beecher Stowe.
martes, 12 de noviembre de 2013
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