El tiempo había suavizado mucho y casi borrado del todo el amor del capitán; pero Anne no había encontrado más lenitivo que el del tiempo. (...) No entró nadie en el círculo de Kellynch que pudiese compararse con Frederick Wentworth tal como había permanecido en su recuerdo. Ningún otro cariño que hubiese sido la única cura completamente natural, eficaz y suficiente a su edad, fue posible, dadas las exigencias de su buen entendimiento y lo amargado de su gusto, en los reducidos límites de la sociedad que la rodeaba.
Persuasión-Jane Austen. Lo que es la identificación.
domingo, 3 de julio de 2011
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Abuelito dime tú